22/1/08

Diario de la grabación de un disco. Parte III

Hay un axioma que dice que los problemas de la democracia se solucionan con más democracia. Es una frase que me gusta, y que creo muy cierta. Lo mismo es aplicable a la ciencia: los problemas de la ciencia se solucionan continuando con la investigación. Pero tentarnos a aplicar el mismo razonamiento a cualquier actividad sería un error.

La tecnología ha hecho que muchas cosas que antes necesitaban grandes equipos y gran conocimiento, puedan hoy ser hechas con equipos modestos, relativamente baratos, y en forma casera. En un punto se ha democratizado por ejemplo, la grabación de discos.
Mi disco anterior fue grabado en estudio El Santito (grabaron ahí Vicentico, Cerati, Mimi Maura, etc.). La consola, si no conté mal, tiene 96 canales y ocupa una vez y media el living de mi casa. La placa de sonido tiene 24 canales (lo que quiere decir que se puede grabar 24 cosas simultaneamente).

Decidí, sin embargo, que mi nuevo disco fuera grabado en mi propio estudio, en mi casa. Mi consola tiene... eh... Está bien, no tengo consola. Y puedo grabar hasta 4 sonidos simultaneamente. Tengo un muy buen micrófono de estudio, pero para nada comparable con las decenas de micrófonos que tiene aquel.

Deseando hacer un disco mejor que el anterior, ¿cómo fue que decidí grabar en mi home studio? Sencillo: creo que los problemas del arte no se solucionan con más tecnología. El avance tecnológico ha hecho que las personas busquen corregir sus limitaciones con software o más hardware. Entonces, si por ejemplo alguien desafina, se busca un programa que afine. Nadie se preocupa, por tanto, de alcanzar un mínimo dominio de sus instrumentos. Y si algo sale mal, será por falta de un plug-in.

Partí de la siguientes dos premisas:
1)"Sgt. Peppers lonely hearts club band" de The Beatles, fue grabado en 4 canales.
2) "Led Zeppelin I" fue grabado en 30 horas (hoy cualquier disco implica 150 ó 200 horas).

Entonces, ¿es una excusa para no hacer un buen disco tener un estudio casero? No. En KP:II las limitaciones técnicas serán suplidas con ideas. Y, la verdad, ni siquiera me parece que tenga limitaciones de ningún tipo. Veremos el resultado.

16/1/08

Diario de la grabación de un disco. Parte II


Es difícil escribir un cronograma de actividades y que tenga onda. ¡Pero es el cronograma de la grabación de un disco de rock, caramba! No se trata de fechas de inversiones, compras y ventas, disponibilidad de activos, etc., así que espero que sea interesante.

Hacer un disco tiene muchas etapas. En mi caso, que me gusta hacer discos con algún concepto (no quiero usar la palabra "conceptuales" para no sonar pomposo), lo primero es la idea. ¿De qué se va a tratar el disco? ¿Cuál es el hilo conductor de todo el disco? Luego trato de que ese concepto se vea reflejado en las letras de las canciones, pero también en las canciones en sí mismas. La elección de los instrumentos, del modo de tocar, de la forma de la melodía, la colocación de coros o no, refuerzan la idea de la poesía. Aquí dejo un ejemplo de una canción de Queen, del disco "News of the world" de 1977, que se llama "All dead, all dead"; por favor escuchen la instrumentación de guitarra de 1:40, y el sonido y el modo en que se toca el piano en 2:14. La música y la poesía están unidas.

Luego debe haber un concepto que comunique las canciones entre sí, y el arte de tapa con el todo. Esta etapa, muy agotadora, ya ha pasado.

Estoy grabando en Kashmir Records, mi propio estudio, y hacerlo ahí me llenó de dudas al comienzo. Cuando vivía en Córdoba tuve una pequeña empresa de sonido en vivo, pero un disco es otra cosa. Le puse mucha voluntad, literalmente cientos de horas de trabajo y, créanme, muchísimo amor. Está quedando bárbaro. Llevo grabadas ya todas las bases (bajo y batería) y las guitarras rítmicas de 5 temas. También las voces de 3, con coros y todo. Y estoy en el punto en el que ya sé que el disco será excelente. El arte de tapa se termina el 10 de febrero, entramos a imprenta el 20. Y ese mismo día, comienzo con el mastering, que lo realizará Mario Siperman (ex Fabulosos Cadillacs, en su estudio "El Loto Azul").

El disco estará disponible el 31 de marzo. Pero no esperen a esa fecha, ¡llamen ya!

11/1/08

Diario de la grabación de un disco. Parte I

Debí arrancar esto desde el primer momento, pero ya estoy grabando guitarras y voces. Así que comenzaré con lo recorrido hasta aquí.

Antes una aclaración: este no será un diario técnico de cómo grabar un disco. Al fin de cuenta, ¿a quién puede importarle mi lucha con compresores, compuertas, equalizadores, delays y efectos de reverberancia? ¿Es realmente interesante qué micrófono usé para grabar el redoblante? Quizás, pero no para mí. O mejor dicho, hoy no me interesa hablar sobre eso. Me interesa simplemente contar la creación desde lo humano.

El disco tiene dos partes. Una blanca y una negra. La primera tiene que ver con que empecé a escribir cuentos, y las canciones en el disco y los cuentos en el librito se comunican.

La segunda, tiene que ver con el desamor. Es una pequeña historia que parte de la separación de una persona, y el proceso que vive tratando de alejarse de ese amor, el pesimismo que le invade, sus deseos de arreglarse y de no arreglarse, sus miedo a reinsertarse en el "mercado" del amor, las pocas ganas de conocer una nueva suegra, nuevos cuñados, de caer simpático, etc. Dudas, inseguridades, miedos. Grandes dosis de cada una de esas drogas.
Esta parte arranca con una obra llamada "La muerte de Aase", del compositor noruego Edvard Grieg (1843 - 1907) que es para cuarteto de cuerdas y contrabajo, y que irrespetuosamente estoy grabando reemplazando los instrumentos por mi voz. Serán en total 20 voces. La canción es muy triste, y siempre bromeé con que es la música que quiero para mi velorio, para asegurarme de que la gente llore. Ante la muerte del amor, va esta composición. Por otra parte, siempre me han divertido estas piruetas "mercuryanas" de las sobregrabaciones.
Un problema: la obra estaba quedando oscura y siempre me ha gustado que el mensaje sea positivo. Pero afortunadamente cuando uno se separa, se vuelve enamoradizo. Y en el camino conocí algunas chicas de las que podría haberme enamorado. Corrijo: de las que cualquiera podría haberse enamorado. Fueron relaciones que no terminaron en nada, pero la mirada y la sonrisa de una de ellas sirvieron para cerrar con felicidad la última estrofa del último tema, que habla de cómo las relaciones comienzan con gran esplendor, se van extinguiendo, mueren, y dan nacimiento a nuevos amores. Se llama "El círculo de la vida, el círculo del amor":

Y quién hubiera dicho, hoy vuelvo a enamorarme
Al verme en su mirada, al verla sonreir
La muerte trae la vida, la vida muerte trae
Hoy me toca el blanco, mañana será el Yang



El disco vuelve a hablar de blanco y negro, de Yin y Yang. Hablaremos más de eso en la próxima entrega.