No quería empezar con esto, pero los mensajes en el blog me obligaron: va mi "teoría del dedo semi-prensil". De verdad que creo que es un hallazgo científico importante. Aunque aclaro que parto de una observación empírica, sobre la que arriesgaré una hipótesis causal y un probable remedio que deberá ser revisado por científicos más preparados.
El hombre se diferencia del mono, entre otras cosas, por el dedo prensil. Se llama así al pulgar de las manos y que permite prensar objetos al ser utilizado como parte de una "pinza" con el resto de los dedos (foto 1). Este dedo en el mono no tiene esa capacidad de prensa (foto 2). Se especula, y hasta aquí la teoría no es mía, que esta capacidad ha tenido mucho que ver con el desarrollo del hombre, permitiéndole hacer cosas, para luego pensar sobre lo hecho y volver a hacer y volver a pensar. Dijo Isaac Newton: "Si he visto más allá es porque me he parado sobre los hombros de gigantes". Hemos hecho nuevas cosas, basándonos en las anteriores.
Llamaremos, entonces, "dedo prensil" al pulgar de la mano del humano y "dedo no-prensil" al mismo dedo de la mano de un simio. El dedo "semi-prensil" es el pulgar de algunas personas, que tiene esa capacidad de prensa limitada, al tener la articulación trapecio-metacarpiana retraída (en algunos casos incluso se pueden ver hoyuelos provocados por este retraimiento). La foto 3 tiene mi mano en posición normal y la foto 4 simulando una mano con dedo semi-prensil (aunque conozco personas con este tipo de dedos, no he querido fotografiar casos reales para evitarles la exposición).
Mi comprobación empírica dice que
las personas que tienen dedo semi-prensil tienen mayor capacidad de contraer enfermedades psiquiátricas. Lo he comprobado en algunas decenas de casos, y es bueno que aclare que es más común en mujeres que en hombres.
Creo que lo que genera esta tendencia a las enfermedades psiquiátricas es que la malformación del dedo provoca una percepción táctil diferente y dificulta ciertas habilidades para las tareas manuales, lo que derivará en la constitución de un perfil psicológico introvertido, orientado hacia lo abstracto. Cuando las personas son muy inteligentes, tenderán a potenciar esa inteligencia, y puede que se dediquen a la filosofía o a las ciencias "teóricas" (sociología, psicología), y cuando no lo son, desarrollarán tendencia a las fantasías, y a involucrarse en la metafísica y las sectas.
Probablemente una operación correctiva de este defecto a temprana edad, bajaría los niveles enfermedades psiquiátricas.


